Lamentable situación la que podemos ver en nuestras grandes
ciudades. Primero de todo decir que voy a tratar un tema de forma global,
teniendo claro que no todos son iguales, pero si una gran parte. Hoy quiero
detenerme en los “negocios chinos”. Creo que es un problema más que evidente que
nos está afectando a todos, que por desconocer lo que está sucediendo, o
simplemente porque nuestra calidad de vida es peor, nos estamos viendo abocados
a financiar el dominio chino en nuestro país que es el caso que me preocupa.
Hoy quiero hablar de cada uno de esos pequeños negocios, bares, restaurantes,
bazares, peluquerías, y un largo etcétera que tienen en común una cosa, sus
propietarios son chinos.
Si os fijáis cada vez hay más negocios que cierran, la mayoría
porque se jubilan o les cambian las condiciones de alquiler y se vuelven
inasumibles, cosa que no entiendo como el ayuntamiento no ha hecho algo para
evitar que un alquiler pase de pagar una cantidad ridícula a pagar una cantidad
astronómica y que es la principal causa por la que en ciudades como Barcelona,
los negocios de toda la vida, esos que pasaban de generación en generación prácticamente
no existan. Si os fijáis seguro que dos de cada tres de esos locales que se
cierran, curiosamente vuelve a abrir de manos de un chino. Eso señores míos, más
que casualidad es fruto de una estrategia perfectamente diseñada por familias
chinas.
No tengo nada en contra de ellos, es más, no me cuesta
reconocer que pese a que denuncio lo que está pasando, soy parte (en poca
medida) de esos ciudadanos que agrandan el problema. La diferencia entre los comercios
de chinos a los de otros países, es que estos pequeños negocios chinos que
os comento según un estudio realizado hace poco, en una gran parte nos están
estafando. La forma es muy sencilla, pagan su alquiler, declaran lo mínimo y
sacan el dinero del país para invertir en el suyo, o sencillamente invierten de
nuevo aquí para conseguir más capital. Eso es así, da igual las vueltas que le
deis, esto está ocurriendo y ese es el problema.
Entre la persona que tiene un negocio, paga sus impuestos, y
se lo lleva a su país de manera legal y estos que se lo llevan de manera
ilegal, empobreciendo un poco más al nuestro, hay una enorme diferencia. Cierto
que no se puede competir con ellos en tema precio, un ejemplo, peluquería, en
un peluquero de toda la vida te puede costar en el mejor de los casos 12 o 15
euros, mientras que en uno regentado por chinos te cuesta 6 o 7. A eso le
puedes sumar corte de pelo más masaje por uno 15 o 20 euros, que en muchos
casos acaba en final feliz por 5 o 10 euros más. Con lo que tenemos que por una
cantidad de entre 20 y 30 euros te vas con corte de pelo, masaje y descargado.
Esto es así, es más tengo pruebas reales de que esto está ocurriendo, es más a mí
mismo se me ha propuesto este tipo de servicio.
Para más colmo este tipo de negocios ha evolucionado, y
ahora tenemos muchos bares donde sus propietarios son chinos, tienen
trabajadores españoles y la finalidad del negocio es la misma, sacar el dinero
del país de manera ilegal. Esto es una evolución peligrosa porque en la mayoría
de los casos no tenemos constancia de que su propietario es uno de estos chinos
y vamos la mar de contentos. Esto podríamos decir que es la segunda fase de su
proyecto, y lo peor es que no es una hipótesis mía, es una realidad, y si yo,
un humilde ciudadano está viendo esto, evidentemente gente con poder de
decisión lo tiene que estar viendo, y lamentablemente miran hacia otro lado
como si nada. Total, van pagando sus impuestos que es lo único que les
interesa.
Ahora ya tienen incluso sus propios bancos, sus
autoescuelas, vamos que tienen un sinfín de servicios que únicamente están
regentados por ellos. Les hemos abierto las puertas de par en par, les estamos
dando granito a granito el poder absoluto para que el día de mañana, nuestros
hijos estén trabajando para una de estas familias chinas que nosotros estamos
enriqueciendo mientras ellos en silencio siguen ampliando sus redes. Porque no
os quepa duda, el local donde vais a cortaros el pelo, es del primo, tío,
cuñado o hermano del otro donde vais a tomar el café, que a su vez es el de
otro familiar de donde vais a comprar el enchufe, y así sucesivamente. Estas
familias no piden hipotecas, se prestan el dinero unas a otras, está todo perfectamente
estudiado y lo triste es que muchos de nosotros lo vemos y no hacemos o no
podemos hacer nada para remediarlo.
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