Hoy en Androidealmando, Saygus, un telefono real o una ilusión. En Plus, Realidad de los cines de provincia En cine, Masters del universo, remake necesario. Visita las secciones y contribuye a que sigamos aumentando la familia. Nos puedes seguir en Facebook, Twitter o G+
Ser aficionado al cine y vivir en una ciudad pequeña
son cosas casi incompatibles porque es muy sencillo que unas cuantas películas
que quieres ver en pantalla grande no sean proyectadas en tu ciudad. En estos
tiempos que corren, en los que la cultura se está convirtiendo en un lujo, aun
es fácil ver como los fines de semana las salas de cine de las pequeñas
ciudades se llenan ya que, prácticamente, es la única alternativa asequible de
ocio cultural que tenemos en ellas y, sin embargo, los que vivimos en ciudades
de provincias, semana a semana nos quedamos sin ver películas de esas que
podríamos denominar “de renombre”.
No me voy a centrar en el por qué, entre otras cosas, porque lo desconozco,
ya que en ningún momento estoy hablando de cine minoritario, independiente o de
cinematografías especialmente exóticas ya que, en estos casos, queda claro que el
motivo para que no se distribuyan masivamente es el económico. Estoy hablando
de películas conocidas, dirigidas y/o protagonizadas por profesionales del cine
apreciados y reconocibles por casi cualquier persona. Como digo, desconozco el
motivo para que películas de estas características no lleguen a las salas
de los cines de las ciudades más pequeñas pero lo que sí que tengo
claro son las consecuencias de estas ausencias.
Hace diez años, cuando alguien quería ver una película y esa película no se
estrenaba en los cines de la ciudad, no tenía más remedio que esperar unos
cuantos meses a que la película estuviera disponible para su venta o alquiler.
Hoy en día, todos sabemos dónde podemos encontrar esa película sin necesidad de
esperar meses para verla: descargándola en Internet.
Sí, amigos, con la piratería hemos topado. Ni voy a justificarla
ni voy a condenarla, sólo me voy a limitar a comentar que los modos de
combatirla que más se estilan hoy en día no son los acertados. Y no son los más
acertados porque está clarísimo que cerrar páginas de enlaces no vale de nada
porque la gente sigue descargando. Y es que, a lo mejor, lo que había que hacer
era determinar los motivos que llevan a la gente a descargar contenidos de
manera ilegal en la red.
Dejando de lado la gente que se lo baja todo simplemente porque sí, que son
los que no irían al cine ni aunque las entradas se pusieran a 1€, hay varios
motivos por los que la gente se baja películas de Internet siendo uno muy
importante aquel que tiene que ver con la mala distribución que los contenidos
audiovisuales tienen en nuestro país. Ya no sólo es que muchas películas no lleguen
a ser estrenadas en ciudades pequeñas, es que cada vez es más habitual que las
películas nos lleguen con unos cuantos meses de retraso, de hecho, a veces se
dan situaciones tan surrealistas como que puedas comprarte la película en el
extranjero cuando ni siquiera ha llegado a los cines de España.
Las grandes distribuidoras dicen que la culpa de esta situación la tiene la
piratería
pero la realidad es que es esta situación la que fomenta la piratería
porque quien tenga muchas ganas de ver una película y no pueda hacerlo de
manera legal, va a recurrir a cualquier medio alternativo aunque sea ilegal. Y
si las distribuidoras no lo quieren entender, que no lo entiendan pero está más
que demostrado que estrenar una película con retraso no suele ser muy
beneficioso para la taquilla.
Lo malo es que, mientras que unos u otros se animan a hacer las cosas de
otra manera, los aficionados al cine que vivimos en ciudades
pequeñas, nos seguiremos quedando con las ganas de ver películas que teníamos
muchas ganas de ver. Yo entiendo que los cines no están para muchas bromas y
tienen que ir a lo seguro trayendo películas o muy baratas o que vayan a
reventar la taquilla, pero también hay que tener en cuenta que los gustos del
público no tienen por qué ser siempre los mismos. Si al público sólo se le
ofrecen productos de consumo de baja calidad, esos son los que van a demandar.
Sin embargo, si al público se la da la oportunidad de conocer otros productos
con más calidad, seguramente acabe apreciándolos de igual manera y, en el
futuro, los demandará. Así que señores gerifaltes del mundo del cine,
apiádense de los cinéfilos de provincias, que también queremos ver buen cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario