Sumario del día: En Androidealmando, Oppo, de la ambición a la decepción. En Plus, Hepatitis C, cruda realidad. En cine, Que bello es vivir, recomendación de Myrian
No hay nada más terrible que no tener buena salud. Nos pasamos el día
quejándonos por cosas que muchas veces apenas tienen relevancia pero, la
mayoría del tiempo, no le damos su valor a lo único que verdaderamente importa:
tener buena salud. Y es que hay algo que está claro: cuando tienes una
enfermedad grave lo único que esperas y deseas es poder encontrar el remedio
para sanar lo más rápidamente posible. Hay muchas enfermedades que, por
desgracia, no tienen cura y también hay muchas en las que, aun habiéndola, no
siempre hay un final feliz porque tu cuerpo no reacciona adecuadamente al
tratamiento o porque te detectan esa enfermedad demasiado tarde. Lo que no
tiene sentido es que, por cuestiones económicas, no puedas acceder al
tratamiento que necesitas para curarte y esto es lo que les está pasando a
muchos españoles y españolas enfermos de Hepatitis C.
Llevamos una temporada en la que casi cada día nos desayunamos con
historias a cada cual más injusta y ésta, la de los enfermos de Hepatitis
C es una de las más dolorosas que hemos conocido en los últimos
tiempos. A esta pobre gente le están denegando un medicamento llamado Sovaldi
que garantiza la curación hasta en un 90% de los casos y el motivo por
el que no se les está suministrando ese medicamente es, simple y llanamente,
porque su precio es muy elevado.
La Hepatitis C es una enfermedad infecciosa que, a la larga, puede
provocar cirrosis, cáncer de hígado o insuficiencia hepática. Además, cuando el hígado está muy
deteriorado o surgen otro tipo de complicaciones, el resultado es que el
paciente acaba necesitando que se le haga un trasplante. Con este panorama tan
desolador, lo lógico sería suponer que las autoridades competentes hicieran lo
posible por facilitar a los enfermos la cura a esta terrible enfermedad pero
parece que eso es demasiado suponer.
Somos todo muy conscientes de que la situación de este país, por mucho que
nos intenten vender la moto, es casi catastrófica, pero dudo mucho que haya una
sola persona con conciencia en España que no estaría dispuesta a que se sacara
ese dinero de donde hiciese falta para salvarle la vida a estos enfermos y
enfermas. Sobre todo porque el argumento del precio del medicamento no tiene
sentido. Parece que el tratamiento con el ya famoso Sovaldi cuesta la
friolera de 25.000€ pero es que, con este medicamento, la curación se produce
en cuestión de semanas y los enfermos que trabajan pueden reincorporarse a sus
puestos de trabajo en unos 15 días. Sí, 25.000€ es muchísimo dinero pero
¿cuánto cuesta un trasplante de hígado? Yo os lo digo, unos 130.000€.
Y el trasplante de hígado sólo es el culmen de un montón de gastos de todo
tipo a los que hay que añadir que esas personas no van a poder trabajar durante
el tiempo que estén enfermos con lo que tendrán recurrir a prestaciones o
subsidios (sí es que pueden, claro). Vamos, que de 25.000€, a lo mejor pasamos
a 200.000€, es decir, que nos queda claro que la excusa de que el tratamiento
es muy caro no tiene ni pies ni cabeza.
Así qué, yo me pregunto ¿por qué las autoridades competentes están poniendo
tantas trabas a los enfermos de Hepatitis C? Sí yo, que soy de
letras, soy capaz de echar cuentas y ver que es más barato darle a la gente el
medicamento que no dárselo, doy por hecho que ellos, supuestamente las mentes
más preclaras del país, habrán hecho lo mismo. Así que o son tontos o pretenden
pasar por ellos porque, en el fondo, son unos auténticos desalmados. A los que
gobiernan este país se les han consentido muchas cosas, demasiadas, quizá, pero
lo que nunca jamás deberíamos permitirles es que jueguen con la salud de las
personas y, lamentablemente, cada día queda más claro qué no tienen el más mínimo
reparo en hacerlo. Qué triste.
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